Andrea Villarino/Manel González. Periodistas
Las herramientas libres para controlar la agricultura y la ganadería ya están aquí. La empresa tecnológica española BQ presentó en junio su proyecto Gaia, basado en el seguimiento de los cultivos para mejorar la productividad y superar los retos del sector agrícola. ¿Su objetivo? “poner la tecnología a disposición de los agricultores gracias al enfoqueopen source“. Hemos hablado con el responsable del proyecto, Jorge Luis Loza.
Andrea Villarino/Manel González.- ¿Qué lleva a una compañía como BQ a introducirse en el sector agrícola? ¿Cómo surge este proyecto?
Jorge Luis Loza.- El objetivo de BQ siempre ha sido acercar la tecnología a las personas para que tenga un impacto positivo en sus vidas. En el caso de la agricultura, buscamos proporcionar a los agricultores soluciones accesibles que les permitan conocer de forma sistemática los factores que pueden mermar una cosecha. Hablamos de factores como la lluvia, el viento, una bajada repentina de temperatura o un fallo en la maquinaria. Tener un control sistemático sobre ellos les supone un enorme ahorro de tiempo y recursos.
A. V./M. G.- ¿Cuáles son las principales soluciones para los cultivos que se plantean en dicho proyecto?
J. L. L.- Lo que buscamos no es crear soluciones y luego proporcionárselas al agricultor sino, conociendo sus necesidades, desarrollar soluciones que sean realmente efectivas y que, además, ellos mismos puedan adaptar. Es un compromiso a largo plazo porque realmente buscamos transformar la relación entre el agricultor y su cosecha a través de la tecnología.
Por ahora, las principales soluciones son la relacionadas con el control preciso de sistemas de riego y la de control de los entornos de cultivo de champiñones, pero continuamos trabajando en más.
Con respecto a la primera, el uso de pivots como sistema de riego está muy extendido porque es muy efectivo, pero su reparación es muy costosa y puede tener consecuencias desastrosas para la cosecha en caso de que falle. Nuestra solución permite al agricultor hacer un seguimiento en tiempo real y reaccionar a tiempo ante las averías gracias a unos sensores de presión, movimiento y temperatura que miden la actividad de los pivot. El software procesa esos datos, los almacena en la nube y los pone a disposición de los agricultores a través de una app móvil.
En cuanto al control de los entornos de cultivo de champiñones, ahora mismo es un tipo de cultivo en declive en España, principalmente por la dificultad de recrear en ambientes industriales las condiciones que estos hongos necesitan para crecer, así como por el coste de las instalaciones y el consumo energético de las máquinas de climatización. Para ayudar a las compañías a ser más eficientes, nuestra solución recoge las variables del entorno atmosférico a través de sensores situados en la nave y las envía a la nube. Así, se pueden crear patrones de las condiciones más propicias de humedad, cantidad de CO2 emitido o temperatura para el crecimiento de estos hongos y, a partir de ellos, el software los recreará ajustando las condiciones de la nave a esos parámetros.
A. V./M. G.- ¿En qué medida mejoran la producción de cultivos las soluciones propuestas?
J. L. L.- El equipo de control de pivots se ha probado en más de 640 hectáreas en Castilla-La Mancha y, según el análisis de los agricultores, la productividad de sus cultivos ha mejorado un 10%.
En cuanto a los champiñones, sabemos que la calidad y la cantidad del cultivo es alta con nuestros equipos pero, al tratarse de seres vivos, es difícil comparar objetivamente su aumento de producción con respecto a cultivos anteriores. Estamos obteniendo buenos resultados en época estival, con temperaturas que sobrepasan los 35º, y esto no era siempre posible con los sistemas de climatización clásicos. En general, con la agricultura de precisión, donde se conocen los indicadores principales, el rendimiento puede aumentar más de un 30%.
A. V./M. G.- ¿Cómo es el proceso de implantación de esta tecnología para el agricultor?
J. L. L.- Nuestros equipos disponen de un panel de visualización/control basado en web y visible en un smartphone. Los agricultores suelen usar habitualmente móviles, así que, para ellos, el proceso de adaptación es rápido y cercano.
A. V./M. G.- ¿Cómo valoran la implantación de las nuevas tecnologías en el sector agrícola?
J. L. L.- Según la FAO, existe una necesidad imperiosa de aumentar la producción agrícola para la supervivencia humana. Con nuestras soluciones intentamos poner nuestro granito de arena e impulsar el sector agrícola. Como este tipo de tecnología era muy esperada por los agricultores, la valoración está siendo muy positiva.
A. V./M. G.- ¿Qué aspectos distinguen las propuestas de BQ de las de otras compañías dedicadas al desarrollo agrotecnológico?
J. L. L.- El proyecto Gaia está basado en herramientas de software libre. La primera consecuencia es que el coste de implementación es asequible para todos, especialmente para el pequeño agricultor. Además, las soluciones se pueden adaptar a medida en infinidad de indicadores, por eso los especialistas técnicos locales y conocedores del entorno pueden optimizar mejor y más rápidamente los modelos y procesos de control. Lo cierto es que, aun existiendo equipos capaces de hacer algo similar, eran necesarios equipos sencillos de instalar, sin mantenimiento y económicos. Nuestra respuesta fueron equipos de hardware libre, diseñados y adaptados para esta labor.
A. V./M. G.- ¿Se han planteado desarrollar tecnología específica para explotaciones ganaderas?
J. L. L.- En realidad, las soluciones del proyecto Gaia son trasladables a cualquier ámbito en el que se precise tomar decisiones en base unos valores indicadores. Por ejemplo, en el caso del control de los entornos de cultivo de champiñones se puede aplicar directamente a explotaciones ganaderas porque, en cierta forma, podemos comparar el concepto evapotranspiración al de sensación térmica.
