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“Ningún país será capaz de superar completamente todos los desafíos a los que nos enfrentamos por sí solo, por lo que debemos actuar a nivel global. Nadie debe quedarse atrás”, aseguró hoy el Director General de la FAO, José Graziano da Silva, dirigiéndose a los Estados miembros.
Al finalizar la semana de deliberaciones del Consejo de la FAO -el órgano de gobierno que gestiona los asuntos administrativos y financieros de la Organización-, Graziano da Silva elogió a los participantes por tomar decisiones a través del consenso, centrándose “en cuestiones fondo en lugar de la microgestión” y les instó a continuar con ese enfoque después de su mandato, que termina en 2019.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible es la herramienta fundamental en la acción conjunta para lograr objetivos globales, como la erradicación de la pobreza extrema y el hambre y garantizar a la vez un medio ambiente viable, señaló.
“Los países no pueden alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible sobre la base de los enfoques agrícolas tradicionales”, añadió Graziano da Silva, subrayando que “necesitamos la innovación”.
Las deliberaciones en el Consejo de este año incluyeron los planes presupuestarios y discusiones sobre iniciativas propuestas, incluidas las presentadas por los Estados miembros o los comités técnicos que rigen las principales áreas de trabajo de la FAO, entre ellas la agricultura, la silvicultura y la pesca.
Financiación adecuada
El Director General instó además a los Estados miembros a acompañar las peticiones que hacen a la FAO con la financiación adecuada. El Consejo de este año incluyó 32 puntos específicos que requerirán recursos presupuestarios, lo que llevó a Graziano da Silva a expresar su “preocupación por que los países sigan pidiendo a la FAO que haga cada vez más y más con menos”.
Los miembros del Consejo respaldaron el papel de liderazgo de la FAO en la agricultura y los sistemas alimentarios sostenibles, indicando que apoyan a la Organización como “el foro adecuado para abordar estas cuestiones”.
Fondo Fiduciario Africano de Solidaridad
La FAO albergó hoy igualmente un panel de alto nivel sobre el Fondo Fiduciario Africano de Solidaridad, un fondo innovador dirigido por África para apoyar las iniciativas de desarrollo africanas, establecido en 2013 gracias a una generosa aportación de Guinea Ecuatorial y de Angola.
Desde entonces, el fondo ha apoyado 18 proyectos en 40 países, beneficiando a miles de personas en las zonas rurales del continente. Graziano da Silva puso de relieve algunos de estos éxitos, entre ellos el denominado “Les nigériens nourissent les nigériens” (“Los nigerinos alimentan a los nigerinos”) y otro que apoya la recuperación del sector agroindustrial de Sierra Leona tras la crisis del ébola en ese país.
Por otro lado, el responsable de la FAO aplaudió las intenciones de los países africanos de reponer el fondo, que en su próxima fase se basará en la implementación exitosa y en las lecciones aprendidas hasta el momento. También se quiere ampliar al incluir modalidades de financiación innovadoras para recibir contribuciones de los socios de desarrollo de fuera de África, en particular del sector privado.
“Todos los gobiernos africanos necesitan apoyo financiero para reforzar la resiliencia de los agricultores familiares ante los impactos de los conflictos y el clima, así como para hacer frente a los desafíos del desempleo juvenil, el empoderamiento de las mujeres, la migración forzada y la falta de infraestructuras”, explicó Graziano da Silva, concluyendo que “no hay duda de que el Fondo Fiduciario Africano de Solidaridad puede jugar un papel importante”.