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Bajo el título “Retos y realidades en innovación en la cadena de gran consumo, durante y después del Covid-19", el Observatorio de Innovación en Gran Consumo (OIGC), que impulsa el Institut Cerdà, organizó el pasado martes, 9 de junio, una jornada online con algunos de los expertos que forman parte del equipo del observatorio para determinar y valorar lo que ha caracterizado el sector durante la pandemia y las nuevas realidades y retos a los que se deberá enfrentar después, para garantizar una correcta reactivación.
Según Yolanda Cerdà, directora del OIGC, “durante este 2020 hemos visto un incremento en el volumen de compras, sobre todo al inicio de la pandemia, pero también cómo el canal que más crecía era el online y el aumento de las opciones de compra de cercanía debido a las restricciones de movilidad. Ello ha supuesto un cambio en los patrones de consumo. Ahora se consumen productos más saludables, se consumen más caprichos entre horas, existe un mayor consumo de productos percibidos como “seguros” y se han incrementado las opciones de consumo en casa en decremento de las de fuera del hogar”.
El OIGC ha detectado que las prioridades de las empresas han cambiado, y lo primordial ha sido dar respuesta a la emergencia sanitaria, social y económica. La cadena ha dirigido sus esfuerzos para proteger y apoyar a colaboradores y clientes, tomando todas las medidas de seguridad e higiene necesarias, sobretodo en los puntos de contacto con cliente y consumidor, y para reorganizar las líneas de producción, almacenes, rutas y puntos de venta.
Según el observatorio, la situación ha acelerado tendencias como la digitalización del sector o la compra multicanal. Así, durante la pandemia, los principales motores de innovación en la cadena de gran consumo se han focalizado en todo lo referente a la digitalización, a la sostenibilidad y al compromiso social y a lo que se ha denominado inteligencia de datos.
Según M. Carmen Vidal, catedrática de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Barcelona, “desde el punto de vista de la alimentación, los estudios que hemos realizado sobre los hábitos de los consumidores (todavía a falta de resultados definitivos) indican que se han dado cambios a positivo por una mayor concienciación, la necesidad de consumir productos frescos, productos de proximidad, más consumo de legumbres, cocinar más en casa, etc. Pero la gente también tiene un cierto temor a engordar por disminuir la actividad física y han disminuido los alimentos que pueden aportar más calorías, es decir, hay unos indicadores que parece que han mejorado en el ámbito de la nutrición y de la seguridad alimentaria con la pandemia” y ello va a repercutir, sin duda, en los hábitos y tendencias de consumo por parte de los consumidores”.
Carles Cabrera, director general del Institut Cerdà, concluyó la jornada recordando que la experiencia vivida ha hecho mucho más fuerte la cadena de gran consumo, poniendo de relieve su papel esencial en la sociedad y su capacidad de innovación ante retos complejos como el actual. Por ello, según Cabrera “no hay ninguna duda que ahora también, el sector va a ser capaz de liderar en gran medida la reactivación económica, tanto por su capacidad, como por la experiencia adquirida”.
Un termómetro de la innovación
Tras el éxito conseguido en las tres ediciones anteriores en la que en cada una se han analizado más de 300 innovaciones del sector de Gran Consumo, ya está abierta la 4º edición del OIGC y ya se ha iniciado la fase para la presentación de las iniciativas y proyectos de innovación de las organizaciones, proyectos que en una fase posterior deberá estudiar y validar el grupo de expertos del Observatorio de Innovación en Gran Consumo.
En la jornada del martes, el Observatorio volvió a ejercer su papel de termómetro de la innovación en el sector, recordando las innovaciones que este año se han incluido en el informe, entre las que destacan proyectos como la plataforma de e-commerce para el reparto de productos artesanales de Correos, la nueva gama de productos sin lactosa y con una alta concentración de proteínas de Mercadona, a través de Lactiber y Hacendado, las sombrillas que absorben la contaminación de Mahou (San Miguel), las cajas de pago accesibles de Alcampo, o el pollo trazable vía blockhain de Carrefour, entre un total de 20 iniciativas promovidas también por empresas como, Danone, Eroski, Coviran, The Body Shop, Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente de la Región de Murcia, Ecoembes, Cerealto Siro Foods, Sofidel, Lactiber, Ficosterra, Esoes, VEnvirotech, Agrimarketplace y Supertech.