Ricardo Migueláñez. Coordinador del Grupo de Innovación Sostenible
Una vez que nos vamos acercando al final de la crisis sanitaria que aún estamos viviendo, se hace necesario reflexionar sobre lo que ha pasado y aprender para el futuro, también en términos de comunicación. Durante estos meses, hemos comprobado que la base de la comunicación, también para el sector alimentario es “Hacer, informar y, después, comunicar”, es decir, no se puede ni se debe comunicar lo que no se hace.
En este sentido, y como conclusiones de lo que hemos visto que ha comunicado el sector estas semanas, hemos decidido desarrollar los fundamentos que, desde nuestro punto de vista, darán forma a la comunicación alimentaria del futuro:
- Uno de los grandes retos que vienen abordando las empresas durante esta crisis del COVID-19 es la importancia de su Responsabilidad Social Corporativa (RSC), no como un área aislada, sino como modelo de gestión de negocio. La RSC tiene que ser una herramienta de gestión y parte intrínseca de las empresas, pero hay que hacer que el consumidor así lo perciba. Además, estas acciones de RSC no pueden quedarse en esta situación que estamos atravesando, si no que las compañías deben sumarlas a los anteriores retos adquiridos en materia de medioambiente o sostenibilidad, entre otras.
- Se confirma que el consumidor debe estar en el centro de la estrategia. Las marcas tienen que ser conscientes de que nos encontramos ante un nuevo consumidor mucho más exigente que necesita sentirse parte de ellas, por lo que busca marcas comprometidas que le aporten valor. Por este motivo, es fundamental escuchar al consumidor y fomentar estrategias de comunicación encaminadas a estar cerca de ellos.
- Transparencia y coherencia. El COVID-19 ha supuesto un giro en las estrategias de las marcas que deben humanizar su comunicación para conectar con los consumidores. Sin embargo, esto no quiere decir que sea suficiente con decir que una empresa es responsable, sino que el consumidor va a exigir cada vez más que las marcas sean transparentes y coherentes con su mensaje, además de que den ejemplo de lo que se están diciendo. Es fundamental involucrar a los consumidores en los proyectos y hacerles sentir parte de ello. En este sentido, el relato va a ser una pieza básica en esta estrategia, ya que las marcas deben desarrollar una comunicación que integre todas estas partes y que el consumidor lo sienta como propio y verdadero.
- El consumidor se va a decantar por las marcas con propósito, se va a dirigir a por aquellas cosas que realmente vea como una necesidad. La RSC siempre ha formado parte de las compañías, pero esta crisis ha traído una oportunidad de integrar las acciones de RSC en aquellas empresas que no tenían tan claro cómo integrarlo en su estrategia de negocio.