GIS Alimentario.
El periódico Qcom.es entrevista a Cristina Sánchez, directora ejecutiva de Pacto Mundial de Naciones Unidas España.
¿Cree que las empresas agroalimentarias conocen los ODS y que aplican medidas para lograr alcanzar los objetivos de la Agenda 2030?
Cristina Sánchez (C.S.): Sí y además las cifras revelan un dato esperanzador; cada vez son más los miembros del sector que no solo conocen los ODS, sino que también los integran en su actividad diaria. De hecho, las empresas del sector agroalimentario se encuentran dentro de la media española en cuanto al conocimiento de la Agenda 2030: un 41,34% de las empresas conocen los ODS en profundidad y un 36,87% de manera más superficial. Además, el 89% de estas empresas llevan a cabo acciones relacionadas con estos Objetivos, un dato muy positivo, puesto que se encuentran ligeramente por encima de la media.
Muchas de estas empresas ya aplican en su actividad diaria medidas para alcanzar la Agenda 2030, como por ejemplo impulsando la sostenibilidad en sus propias cadenas de suministro, buscando que sus modelos de producción sean más sostenibles en toda su cadena de valor o trabajando estrechamente con otras empresas del sector para desarrollar medidas conjuntas que permitan cambios en las cadenas de suministro a nivel global. Esto significa que las empresas no solo deben estar a la vanguardia de la sostenibilidad en un plano sectorial, sino que tienen que contribuir a que la totalidad de empresas que lo componen avancen hacia una transformación sostenible. Una de las oportunidades más evidentes del sector es la relacionada con atraer consumidores responsables, también la reducción del desperdicio alimentario o la economía circular.
¿Cómo contribuye el uso de la innovación y las nuevas tecnologías en la contribución de los ODS?
C.S.: Necesitamos transformar para conseguir los ODS. Aunque ha habido avances en los primeros años de vigencia, la transformación no ha sido lo suficientemente rápida ni ha tenido el suficiente impacto. Por ello, es esencial intensificar la acción, y la tecnología y la innovación son claves para que en esta década se logren resultados a una escala, velocidad, calidad, precisión y costo inconcebibles hasta el momento. La innovación queda recogida textualmente en el ODS 9, cuyo título reza “Industria, innovación e infraestructuras”. En el contenido literal de Naciones Unidas consta que “sin tecnología e innovación, la industrialización no ocurrirá, y, sin industrialización, no habrá desarrollo”.
La innovación está relacionada con cuestiones claves para el sector, como por ejemplo los medios de vida sostenibles y la seguridad alimentaria. Además, es necesaria para el suministro, la distribución y el consumo de energía, alimentos, agua… Muchas de las innovaciones necesarias para hacer frente a los retos de la Agenda 2030 aún no existen, por ello, es necesaria la colaboración y el trabajo colectivo para desarrollar estas innovaciones y que después puedan ser replicables por otras organizaciones y desbloquear así nuevas oportunidades de negocio que beneficien a la totalidad del sector.
Paulatinamente van surgiendo esfuerzos para que el sector contribuya a los ODS. ¿Cómo valora estas iniciativas y qué medidas cree que debería tomar el sector para lograr implementar los ODS en un mayor grado?
C.S.: Como líderes en la implementación de los ODS en el sector privado, por mandato de la ONU, valoramos como un acierto y una estrategia muy necesaria que haya esfuerzos sectoriales, por dos motivos: porque los retos del desarrollo sostenible son tan ambiciosos que no se pueden alcanzar en solitario, y porque el enfoque sectorial es una palanca clave para acelerar la acción. No acciones individuales, sino esfuerzos conjuntos, con colaboración entre empresas para propiciar una transformación sistémica que impacte en la economía a nivel global y local. Buscamos una colaboración entre empresas, para identificar oportunidades compartidas dentro de la cadena de valor, facilitando el uso común de datos e impulsando la creación conjunta de soluciones innovadoras.
Las medidas básicas que se pueden activar son: la creación de hojas de ruta sectoriales; difundir los ODS en el sector para crear un entorno de mercado afín; impulsar la innovación; colaborar en la gestión de las cadenas de suministro y trazar alianzas con otras empresas e incluso con otros sectores y organismos públicos.
¿Cuáles son los objetivos más trabajados por el sector agroalimentario y en cuáles debería tener una mayor implicación?
C.S.: El sector agroalimentario es uno de los sectores con más impacto en el mundo, por ello, su papel a la hora de contribuir a la hoja de ruta de Naciones Unidas es fundamental. De hecho, prácticamente todos los objetivos de la Agenda 2030 están relacionados de una forma u otra con la industria agroalimentaria. Actualmente, los Objetivos más trabajados por las empresas del sector son el ODS 12 y el ODS 8; la apuesta por una gestión responsable de la producción y el impulso de condiciones laborales dignas.
Este sector está muy relacionado también con el Objetivo 2, hambre cero, específicamente con las metas 2.3. sobre productividad agrícola y la 2.4., que hace referencia a la sostenibilidad en los sistemas de producción.
Destaca también la relación del sector con la meta 1.1, relativa a la erradicación de la pobreza extrema, la meta 12.3, relacionada con el desperdicio de alimentos o, por ejemplo, la meta 15.5, que hace referencia directa a la reducción de la degradación de los hábitats naturales.
El sector agroalimentario también está relacionado con el Objetivo 6, agua limpia y saneamientos; el Objetivo 8, trabajo decente y crecimiento económico; el Objetivo 12, producción y consumo responsables; el Objetivo 13, acción por el clima; el Objetivo 14, vida submarina y el Objetivo 15, vida de ecosistemas terrestres. Por ello, es fundamental la acción conjunta y la colaboración entre todas las empresas del sector para lograr una correcta y real implementación de estos.
La principal área de mejora del sector estar relacionada con las formaciones especificas sobre temas de sostenibilidad que reciben los empleados; solo un 11% de las empresas llevan actualmente a cabo esta acción.
Por último, ¿cree que vamos por buen camino en la consecución de la Agenda 2030?, ¿cuáles son los retos más urgentes que tenemos por delante?
C.S.: Es cierto que actualmente existe un consenso sobre que el ritmo al que avanza la sociedad para alcanzar los ODS no está siendo lo suficientemente rápido. Nos encontramos a escasos nueve años del vencimiento del marco y el mundo no está en camino de que lleguemos a tiempo a ese fin del plazo. Sin embargo, muchas empresas están incrementando su compromiso e intensificando la acción para apoyar al cumplimiento de estos Objetivos. Como decía, aún queda mucho camino por delante y necesitamos que la llamada Década de Acción revierta esta situación y acelere el desarrollo en términos de sostenibilidad. Poco a poco la sociedad se está dando cuenta de que para alcanzar de verdad un horizonte sostenible en el año 2030 es necesario que unamos nuestras fuerzas para alcanzarlo.
En concreto, el sector agroalimentario tiene por delante una serie de retos que debe abordar trabajando conjuntamente con las empresas y trabajadores que lo componen, pero sin duda los más urgentes están relacionados con erradicar la gran desigualdad a la que se enfrenta el sector y el cambio climático. Es primordial que las empresas agroalimentarias sean conscientes de esta problemática y, conjuntamente, implementen las medidas necesarias para acabar con ello. Para afrontar este reto, hay que lograr modelos de negocio sostenibles evaluando el cumplimiento de los derechos humanos e impacto medioambiental de proveedores y gestionando de forma responsable la totalidad de la cadena de suministro. Por su parte, las empresas agroalimentarias son responsables, actualmente, del 34% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero de todo el mundo. Impera la necesidad de reducir estas consecuencias negativas en el medio ambiente. Para ello, es necesario que se alineen todas las empresas del sector para apostar juntos por las energías renovables, la eficiencia energética y la producción ecológica. Es necesario que pasemos de pequeños pasos a zancadas decisivas para construir caminos sostenibles.