El sector pesquero celebra los avances en la protección de los ecosistemas marinos vulnerables siguiendo los criterios aplicados por las Organizaciones Regionales de Pesca (ORP) para su detección y delimitación durante las dos últimas décadas. Así lo han manifestado Javier Garat, secretario general de CEPESCA y presidente de ICFA, e Iván López, miembro de ICFA y presidente de EBFA, durante una conferencia de Naciones Unidas para implementar varias resoluciones sobre pesca sostenible y en la que se ha analizado el impacto de la pesca de fondo en los ecosistemas marinos vulnerables (EMV) y la sostenibilidad a largo plazo de las poblaciones de peces de aguas profundas.
Ambos representantes pesqueros han destacado el modelo seguido por las ORP para la determinación de estos espacios. Estas organizaciones analizan, en primer lugar, la “huella pesquera” para ceñir la pesca solo en esas zonas. En segundo lugar, cartografían los fondos marinos para determinar la ubicación de los EMV y prohibir las artes de fondo en estos. En el resto del área de regulación, sólo se permite pescar de forma exploratoria, tras una evaluación científica que garantice que no hay EMV. Durante la conferencia, se mostró el ejemplo de NAFO que sólo permite pescar con artes de fondo en el 4,4% de los 2,7 millones de km2 que comprenden su área de actuación.
Romper la polarización
Para la delegación española garantizar el futuro sostenible de los océanos pasa necesariamente por eliminar la polarización que actualmente existe entre los diferentes actores que actúan en este entorno. Así, durante su participación en el evento, Iván López reclamó la necesidad de romper los estereotipos y “caricaturas” que sobre el sector manifiestan las ONG, apoyándose en numerosas ocasiones en imágenes de procedencia “dudosa” y en argumentos no ajustados a la realidad. Según López, esta postura sólo conduce a objetivos también irreales, tales como, en el caso del arrastre, a la desaparición de este arte, pero sin considerar ningún otro aspecto, como su impacto en las comunidades costeras que dependen de la pesca y en el suministro de proteínas nutritivas, saludables y sostenibles.
Según el sector, hay que construir un escenario conjunto capaz de analizar desde criterios “serios y responsables” la mejor forma de abordar iniciativas equilibradas y eficientes para preservar la naturaleza y la producción de alimentos. De no ser así, señalan los pescadores, las empresas dudarán a la hora de acometer inversiones en tecnología e investigación a medio plazo. Sobre este particular, y en el caso de la pesca de arrastre, los ponentes recordaron que las mejoras más significativas y de mayor impacto en los ecosistemas han provenido del sector, tales como puertas de arrastre que no tocan el fondo, reducción del peso de las redes o los avances en la tecnología de los cabrestantes.