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Un buen momento para innovar

Las demandas de los consumidores crean un entorno idóneo para la innovación 

Feeding The World. @worldfeeding

En todos los foros se afirma la necesidad de innovar, sin embargo, en la práctica el compromiso no parece tan firme. El informe presentado por A. C. Nielsen en la Feria Alimentaria de Barcelona en 2014 señala la innovación como la mejor arma para despertar el interés de los consumidores y reactivar las ventas.

Así lo demuestran los datos del CDTI, que indican que el aumento en las ventas de las pymes que son innovadoras fue del 12%, mientras que aquellas que no lo hicieron, sólo aumentaron un 4%. Este efecto se da también cuando un país o región dedica más recursos a la I+D+i, que crecen más y mejor incluso en épocas de crisis. Un ejemplo de ello es el sector cárnico español, líder mundial en el sector del porcino. Esto demuestra que, en un mercado saturado como el actual, se debe apostar por competir en innovación, no en precio.

Extremadura ocupa el último lugar en España en cuanto al porcentaje de empresas innovadoras y es la única región de convergencia en el marco presupuestario 2014-2020; cuyos fondos se destinarán mayoritariamente a innovación y pymes. Para ello se ha elaborado una Estrategia de Especialización Inteligente basada en la tripe C (conocimientos, compromiso y crecimiento) y que busca dirigir sus esfuerzos a cuatro áreas concretas: agroalimentación, recursos naturales, energía y calidad de vida, turismo y TIC. La agroalimentación se encuentra presente en 6 de las 12 oportunidades señaladas en el DAFO de esta estrategia debido a su peso en la economía de la región y a su proyección de futuro.

A la importancia cuantitativa se une la importancia cualitativa del sector en Extremadura, que cuenta con varias DOP e IGP de máxima notoriedad. Uno de los “drivers” (tendencias) más  potentes en la actualidad y probablemente para los próximos años es el binomio placer-saludable, que aún tiene recorrido por delante.

Tendencias innovadoras que abren nuevas posibilidades

Existen tres ejes que centran la mayoría de los lanzamientos y que responden a las demandas de los consumidores: salud, placer sensorial y conveniencia. No obstante, entre los aspectos que preocupan a los consumidores se encuentran el precio, la seguridad alimentaria y la sanidad animal y vegetal.

Estos tres ejes (salud, placer y conveniencia) no pueden ser incorporados a la vez, sino que se debe seguir una estrategia diferenciadora, eligiendo uno de los siguientes binomios: calidad-salud o calidad-conveniencia. Estas demandas de los consumidores dieron lugar en los años 90 a los “productos funcionales”, en una primera fase los productos “sin” y “light” y en una segunda fase los productos “con”.

Los consumidores perciben los productos tradicionales y artesanos como el paradigma de los productos saludables, lo que abre la puerta a un amplio recorrido a los productos tradicionales de calidad diferenciada de las distintas regiones de España y Portugal. Se trata, por tanto, de invertir el orden del binomio, es decir, productos de alta calidad sensorial que además tienen de manera natural componentes que les otorgan una imagen saludable.

Además del binomio calidad-salud, debe ponerse énfasis en el desarrollo de nuevos formatos, que respondan también a la demanda de conveniencia, especialmente si se quiere potenciar la exportación u ocupar nichos de mercado relevantes dentro de nuestro propio mercado.

Por otra parte, resultan clave los retos de la seguridad alimentaria y la sanidad animal y vegetal. Debe garantizarse que los productos elaborados estén libres de riesgos bióticos y abióticos, así como implementar métodos de detección rápidos y fiables y procesos de elaboración seguros.

Dar el salto a la innovación

Instaurar la cultura de la innovación es imprescindible dentro de un mercado cada vez más saturado y competitivo y tiene diversas ventajas: fortalece la marca, reduce el time-to-market y proporciona capacidades más flexibles y creativas para adaptarse las exigencias de la exportación y de los consumidores.

El ciclo de los productos (introducción-despegue-madurez) se dirige al declive o a la reactivación del producto y esta reactivación sólo es posible mediante la introducción de innovaciones.

Según el informe de la Fundación COTEC en 2012, en el 60% de las pymes la innovación era inexistente, en el 10% de los casos era solamente imagen y el 30% restante eran realmente innovadoras. Dentro de este 30%, aproximadamente la mitad de las empresas realizaban una innovación consistente y continuada.

Para que la innovación sea un éxito han de darse tres características: que exista una labor previa de identificación de demandas sin cubrir, la movilización de recursos materiales y humanos y la existencia de una estrategia perfectamente diseñada y ejecutada, con objetivos a corto y a largo plazo.

Dar el salto a la cultura innovadora no es fácil, ya que implica romper la inercia y admitir el riesgo y el fracaso como parte del éxito.

Resumen de la ponencia del Profesor Jesús Ventanas “El papel de la innovación como palanca para el crecimiento del sector agroalimentario”

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