Image 'La labor de las instituciones es ayudar en el desarrollo de tecnologías sostenibles'

Cajamar apuesta desde sus inicios por la innovación en el sector agroalimentario. A la vista está el trabajo realizado a través de sus centros de investigación. ¿Cómo ha percibido el impacto de los avances logrados en la actividad agrícola?

Efectivamente, desde siempre hemos pensado que la mejor forma de responder a los retos económicos, sociales y medioambientales del sector agroalimentario ha sido mediante la innovación. Con el objetivo de ayudar a avanzar en esta línea creamos nuestra primera Estación Experimental de Las Palmerillas en el año 1975. Y desde entonces hemos ido desarrollando distintas iniciativas para seguir avanzando hacia una agricultura más eficiente y productiva.

Durante estos últimos 50 años la evolución de la agricultura española ha sido espectacular y probablemente seamos el país del mundo que más ha cambiado en tan poco tiempo. Dedicamos mucha menos superficie a la producción de alimentos, pero producimos mucha más cantidad. Esta transformación ha sido posible porque no han parado de incorporarse innovaciones tecnológicas que van desde los sistemas de riego de precisión, nuevas variedades, mecanización, nuevos sistemas de cultivo y de manejo ganadera, etc.

A pesar de ser un país mediano desde el punto de vista de extensión superficial somos lideres mundiales en una gran diversidad de producciones, como son el olivar, viñedo, cítricos, porcino y horticultura.

Gracias a todo ello España es uno de los mayores exportadores de alimentos en el mundo y con una balanza comercial que ha pasado de ser deficitaria a tener superávit.

En este sentido, ¿qué proyectos se encuentran llevando a cabo en estos momentos?

Actualmente trabajamos en dos centros experimentales en los que estamos desarrollando más de 50 proyectos. Las líneas principales de trabajo están en los siguientes ámbitos:

• La gestión sostenible del agua ha sido siempre prioritaria para nosotros y ahora estamos trabajando en la medición de las necesidades de los cultivos y en la aportación de la cantidad exacta que necesitan. Para ello la sensorización está siendo una herramienta de gran utilidad, que nos permite además realizar una aplicación racional de los fertilizantes.
• El fomento de la biodiversidad como modelo para realizar un control integrado de plagas, que permite reducir el consumo de productos fitosanitarios y aumentar la fijación de CO2 en el suelo.
• Las prácticas de agricultura regenerativa. Con una especial atención a la gestión de los suelos y el fomento de la vida microbiana de los mismos. De esta forma conseguimos una mejor salud de los cultivos, una mayor retención de agua y un incremento significativo del contenido en carbono.
• La valorización de los subproductos generados en los distintos procesos productivos. Por un lado, intentamos extraer componentes bioactivos de alto valor para su posterior incorporación en otras matrices alimentarias o en otro tipo de industrias, especialmente interesantes son la generación de envases funcionales para la sustitución de los plásticos. Por otro lado, buscamos mejorar el contenido en materia orgánica de los suelos. Y en los casos que está justificado, procedemos a la valorización energética.

• Nuestro histórico vínculo con la agricultura de invernadero nos permite mantener una línea permanente de trabajo en este ámbito, buscando la mejora de las condiciones climáticas dentro del invernadero, la búsqueda de plásticos de mayor duración, con las mejores propiedades de transmisión y fácilmente reciclables, la automatización y robotización de procesos, la modelización del comportamiento de los cultivos y la mejora de los rendimientos. En definitiva, pretendemos maximizar la producción minimizando los recursos que empleamos.
• Y como eje transversal estamos desarrollando herramientas y modelos que nos permitan digitalizar la producción de alimentos. Incrementando la cantidad de datos disponibles y aplicando los conocimientos teóricos que hemos ido acumulando vamos a conseguir mejorar la gestión de los cultivos tanto en términos de eficiencia como de previsibilidad. Y vamos a poder adaptar más la oferta a la evolución de la demanda.
• Por último, nos gustaría señalar la complementariedad histórica que ha existido entre la agricultura y la ganadería y que últimamente se había distanciado por la diferenciación y especialización entre los dos modelos. A través de la bioeconomía circular buscamos que vuelva a aprovecharse esa complementariedad permitiendo que los subproductos de un sector sean las materias primas para el otro.

Parece evidente que investigadores, analistas y responsables sectoriales están convencidos de que es imprescindible seguir invirtiendo en prácticas sostenibles en el sector agroalimentario. ¿Creen que el agricultor y el ganadero están igual de concienciados?

Los agricultores y ganaderos están especialmente preocupados por la rentabilidad de sus explotaciones, que muchas veces están en una situación límite. Y ello les lleva a buscar  soluciones a corto plazo y a no plantearse cambios relevantes en la forma en la que están haciendo las cosas.

Fundamentalmente por la incertidumbre que esos cambios suponen y la falta de conocimientos y herramientas para poder realizar dichos cambios con una cierta garantía de que mejorará su situación económica.

La labor que debemos realizar las diferentes instituciones que prestamos apoyo al sector agrario es ayudarles en el desarrollo de nuevas tecnologías que nos permitan ser más sostenibles, comprobar la rentabilidad de las mismas y posteriormente trasladarlas a los usuarios finales de la forma más sencilla posible.

Esta ha sido la intención de nuestras Estaciones Experimentales y tenemos buenos ejemplos de los avances que hemos conseguido. Por poner algunos ejemplos, me gustaría destacar que hace 50 años nos obsesionamos en buscar sistemas de riego que fueran más eficientes, que redujesen el consumo de agua y que permitiesen obtener altas producciones. De esta forma empezamos trabajando en el conocimiento, mejora y expansión del riego por goteo hasta conseguir unos niveles de implantación muy elevados. Creo que ese es el mejor ejemplo de que sostenibilidad ambiental y económica pueden ir de la mano. Otro ejemplo ha sido la expansión del control integrado de plagas. En muchas explotaciones han promovido la creación de reservorios de biodiversidad que permiten que haya un equilibrio biológico que evita prácticamente la necesidad de realizar tratamientos químicos. Y por último, la mejora en la gestión del suelo junto a una aplicación racional de los fertilizantes está permitiendo reducir los gastos y la contaminación por lixiviación de los excesos de nitratos.

¿Qué nos puede contar de Plataforma Tierra, esa herramienta digital completa que Cajamar ha puesto al servicio del sector?

Con Plataforma Tierra hemos pretendido poner a disposición del sector agrario una herramienta que sirva para compartir la mayor cantidad de conocimiento posible en el ámbito agroalimentario.

Tradicionalmente, los avances en el sector se producían cuando un agricultor o ganadero probaba una determinada innovación y, si funcionaba, se extendía con cierta rapidez entre sus vecinos por un efecto imitación. También se daba la circunstancia que quien mejor información tenía sobre la situación de los mercados podía adoptar las mejores decisiones de cuando vender su cosecha obteniendo un mayor ingreso por la misma.

Todas estas formas tradicionales de avance del sector son las que hemos pretendido incorporar en Plataforma Tierra, pero utilizando las nuevas tecnologías digitales y con la ambición de que sean utilizadas por la mayor cantidad de agricultores y ganaderos posibles, independientemente de su tamaño, localización o especialización.

Para ello hemos estructurado la información disponible en Plataforma Tierra en diferentes secciones:

• En la sección de Innovación intentamos incorporar todas las nuevas tendencias tecnológicas.
• En Actualidad recogemos diariamente las noticias más relevantes que afectan al sector.
• En la sección de mercados realizamos un seguimiento permanente de 56 productos agroalimentarios y de más de 700 indicadores. Los más relevantes son los que recogen la evolución de los precios y la evolución de la oferta.
• Estamos creando una serie de herramientas que ayudan en la toma de decisiones técnicas en las explotaciones agrarias, especialmente por lo que se refiere a las necesidades de riego y abonado. Y también facilitamos un cuaderno de campo como herramienta que permita mejorar la gestión integral de la explotación.
• Y, por último, me gustaría destacar el apartado de formación porque a través de la misma queremos ayudar a que las nuevas prácticas culturales lleguen de la forma más rápida y extendida posible a todos los agentes que participan en la producción de alimentos.  

Y por último, ¿qué importancia tiene para Cajamar formar parte como socio del Grupo Alimentario de Innovación y Sostenibilidad?

La filosofía de Cajamar siempre ha sido la de colaborar entre los diferentes agentes de la cadena alimentaria para poder conseguir objetivos ambiciosos. Somos una cooperativa, y a lo largo de nuestra historia hemos visto como hemos podido abordar grandes proyectos gracias a que hemos unido esfuerzos muchas personas e instituciones. Proyectos que individualmente no habríamos podido desarrollar.

Con esta misma filosofía, creemos que a través del Grupo Alimentario de Innovación y Sostenibilidad podemos compartir inquietudes y ambiciones y podemos desarrollar acciones que ayuden a mejorar la situación del sector agroalimentario español.

Como decía al principio, durante los últimos 50 años hemos sido capaces de dar un salto cualitativo y cuantitativo enorme en la agricultura española. Somos capaces de producir muchísimos más alimentos y de hacerlo con mucha mayor eficiencia. Pero también es cierto que debemos seguir innovando para poder dar respuesta a los principales retos que tenemos, y que los resumiría en la necesidad de alimentar una población en crecimiento y respetar el Planeta para que tengamos una adecuada calidad de vida.

Y en la medida que seamos capaces de estar en la vanguardia de la innovación y la sostenibilidad seguiremos siendo lideres en la producción y exportación de alimentos. Y también podremos ser lideres mundiales en la generación y exportación de conocimiento, a través de las empresas que producen y comercializan las nuevas tecnologías.