Joaquín Lorenzo, director de Compras Agro de Calidad Pascual
¿Qué ventajas aportan a Calidad Pascual los wearables implantados en las vacas? Y ¿cómo mejora la calidad de vida de las vacas?
La mayor parte de las granjas han alcanzado un alto nivel de automatización. Uno de los automatismos que antes se incorporaron fueron los sensores de identificación y de actividad de los animales tanto situados en las extremidades como el cuello de los animales. Estos sensores identifican a los animales a la entrada del ordeño de tal manera que a la vez que asocian al animal a los parámetros del ordeño: hora, tiempo, producción, flujo de leche, , conductividad etc. en función de los sensores de los que a su vez la máquina de ordeño disponga, también aportan información sobre la actividad del animal que está relacionada e influida por factores como nivel de confort, celos, enfermedad, etc. de tal manera que a partir de esta información nos permitan detectar problemas o tomar las decisiones de manejo asociadas.
El mecanismo de actuación es similar a los sistemas utilizados por las personas, lo que varía es el software y por lo tanto la información que aporta ya que es más complejo.
Hoy en día para producir leche no es suficiente “ordeñar” vacas, se debe tener un control sobre todos los parámetros de la ganadería. Cuando las ganaderías eran de menor tamaño, se acostumbraba a tener todo “anotado” en libretas e incluso en los calendarios y aunque así se pueden hacer controles parciales de algún parámetro como: cuando se ha realizado una I.A, cuando se ha hecho el control de gestación… esto no permite tener un control total sobre el ganado.
Esto se soluciona con un programa de gestión integral.
En nuestro caso utilizamos podómetros, estos, son sistemas de identificación individual, así, cada podómetro es exclusivo de una vaca y este se identifica por un código que leen las antenas. Cómo es un sistema integral, la información de los mismo, a través de un software se almacenan en el ordenador. Una de las novedades de este sistema con respecto al que usábamos anteriormente, es que envían la información a través de antenas de wifi durante las 24 horas del día, antes los datos se volcaban cada vez que los animales entraban a la sala de ordeño y por lo tanto además de no disponer de tanta información se perdía parte de la misma y se minimizaba la utilidad del programa.
¿Qué ganamos con este sistema?
Calidad Pascual es el único gran fabricante con todas sus granjas certificadas en Bienestar Animal. ¿Nos lo explica?
Calidad Pascual ha conseguido el certificado Bienestar Animal AENOR Conform en sus 348 granjas. Esta certificación acredita que todas las granjas que proveen de leche a Pascual cumplen con los requisitos del modelo AENOR de Bienestar Animal, desarrollado junto al Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) y basado en el referencial europeo Welfare Quality®. Por ende, toda nuestra leche es 100% Bienestar Animal.
Desde hace muchos años, desde Calidad Pascual se está trabajando en la mejora de la producción de leche en las granjas, desde diversos enfoques. Principalmente se viene trabajando en el Programa de Seguridad Alimentaria desde el año 2000 en todas las ganaderías proveedoras de leche, en donde está incluido un capítulo de Bienestar Animal. La certificación en Bienestar Animal de todas las granjas proveedoras de leche para Calidad Pascual es una forma de dar visibilidad a ese trabajo de muchos años y de muchas personas. Pone en valor el buen trabajo que realizan los ganaderos, y demuestra que una buena producción y calidad de leche no están reñidas con un buen bienestar animal.
¿Qué otras innovaciones incorporáis en vuestros procesos?
Desde Calidad Pascual lanzamos el Programa de Eficiencia Productiva, una iniciativa cuyo lema es que ‘se puede mejorar incluso lo bueno’ que nos permite mejorar nuestros niveles de producción de las granjas.
En 2008 incorporamos diversos criterios ambientales, proponiendo medidas que los ganaderos pueden aplicar en sus explotaciones de forma voluntaria. Pero seis años después rediseñamos todo el programa al empezar a trabajar con la Fundación Global Nature con el fin de obtener “un enfoque más amplio”.
El resultado fue un conjunto de 30 buenas prácticas que fueron seleccionadas de distintos estándares de otros países. No se trataba de inventar nada, sino de empezar a rodar con lo que ya se hacía en otras partes del mundo; la parte innovadora fue que esos estándares se han ido adaptando a nuestros ganaderos.
Mejorar la gestión del agua, la gestión del paisaje y la biodiversidad del entorno, la gestión de la energía, la autosuficiencia alimentaria, la agricultura sostenible, y la gestión de los residuos son los pilares básicos del plan.
“Ahora tenemos información muy individualizada de cada granja y podemos hacer un plan muy bueno para cada una”, añade. Esto pasaría por avanzar en el desarrollo de “una herramienta informática-matemática que incluya todo y que incluso permita predecir escenarios”. Y en ello están trabajando, convencidos de que la carrera que han emprendido no tendrá final. Tras un reto conseguido siempre se encuentra la siguiente meta por alcanzar.