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"TECHNOLOGY ATTRACTION: la agricultura del futuro" fue el título del Coloquio BIOVEGEN celebrado el pasado 24 de octubre de 2018, en el que participaron prestigiosos investigadores y empresarios que aportaron sus particulares visiones sobre las líneas de trabajo que están llamadas a protagonizar una nueva revolución tecnológica en el mundo del agro español:
Los otros usos de los microorganismos, de las plantas acuáticas y la nueva era que se avecina de productos agrobiológicos como sustitutos de la química.
La revalorización de residuos, antes contaminantes hoy nutrientes.
El papel del big data y el internet de las cosas en la agricultura de precisión.
La inteligencia artificial y los rendimientos y plagas, la robótica.
El potencial de la edición genómica como motor de una nueva generación de cultivos con características mejoradas.
La agricultura intensiva en el sector hortofrutícola.
El evento tuvo lugar en el Fruit Forum 6 durante la celebración de la Feria Internacional FRUIT ATTRACTION 2018 y contó con la presencia de 250 asistentes incluyendo investigadores, representantes de empresas agroalimentarias y operadores del sector hortofrutícola. El coloquio sirvió de foro de debate y discusión de temáticas tecnológicas claves para el futuro de la agricultura y cómo facilitar su implantación en el sector agro español, para estimular el interés del sector privado en invertir en I+D.
La Jornada se hizo hincapié en que la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dada a conocer en julio no impedirá que lleguen a la UE plantas editadas con CRISPR, pero serán todas importadas. Todos los expertos que participaron en el coloquio consideraron la resolución como “un serio paso atrás”, incidiendo en que “al final serán los propios consumidores los que exigirán explicaciones sobre por qué se está imponiendo este freno a la investigación agraria en Europa”.
“Las técnicas como el CRISPR (mutagénesis) son más perfectas y precisas que las usadas para los OGM (transgénesis) puesto que corrigen el genoma desde dentro. Digamos que, haciendo el símil con un procesador de texto, permiten editar el genoma sin necesidad de introducir genes de terceras especies para provocar el cambio deseado”, explicó Jose Ignacio Cubero. “Pero el resultado es limpio, indetectable, por lo que será imposible distinguir estos cultivos y, como ha pasado con el maíz o la soja transgénica que no se puede producir en Europa pero que sí se usan para alimentar al ganado europeo, estos cultivos se introducirán”, concluyó el científico.
También se destacaron los importantes avances en biología de sistemas y en genómica que se están dando a la hora de “conocer y controlar los mecanismos que regulan el desarrollo de la producción vegetal”. Se señaló la identificación de microbiota para mejorar la captación por las raíces de las plantas de nutrientes –que permitirán reducir la fertilización con nitratos o fósforos- o la activación de los sistemas de inmunización, que inducen a las plantas a reconocer moléculas de patógenos para desencadenar así sus mecanismos de defensa natural –lo que minimizará el recurso a fitosanitarios-. La mejora genética está posibilitando la expansión de “la agricultura de precisión, que minimiza el recurso a fertilizantes, herbicidas o insecticidas” reduciendo sus efectos contaminantes sobre el suelo o los problemas de residuos en frutas y verduras. En este sentido, la I+D de empresas españolas está bien situadas para desarrollar una nueva era de productos agrobiológicos que sustituyan a plaguicidas químicos, de fertilizantes no contaminantes o de plantas acuática.
La inteligencia artificial aplicada al agro también fue protagonista, quien trasladó las experiencias de empresas de big data aplicada a la planificación de cultivos y a esa agricultura de precisión. También se analizaron las últimas tendencias agronómicas, como la agricultura hiperintensiva y el control integrado de plagas.
La jornada concluyó con una mesa redonda donde se destacó el papel de la empresa como motor de innovación dado que “la empresa acelera el desarrollo de la investigación porque busca soluciones a problemas reales, no generar conocimiento, que no suele tener ni plazos, ni prisas”, y como desarrollador de conocimiento surgido de centros de investigación (“No hacemos ciencia, nos dedicamos a terminar la prueba de concepto, a validar que lo que se trabaja como producto tiene realmente un nicho de mercado”).
La Jornada hizo un llamamiento a implementar marcos regulatorios basados en criterio científicos y empresariales y no políticos, además de pedir un mayor apoyo a estructuras facilitadoras y de conexión Ciencia-Empresa. En ese sentido, BIOVEGEN presento la versión ampliada de su documento “Análisis del sector agroalimentario y propuestas de mejora en I+D+i”, con el objetivo de facilitar la generación de proyectos y el desarrollo tecnológico basado en la cooperación público-privada.