Feeding the world
El mundo está lejos de alcanzar la mayoría de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionadas con el hambre, la seguridad alimentaria y la nutrición, según un informe de la FAO publicado hoy.
“El informe presenta un panorama sombrío. Cuatro años después de lanzar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, hemos retrocedido en lo que se refiere a acabar con el hambre y hacer que la agricultura y la gestión de los recursos naturales -ya sea en tierra o en nuestros océanos- sean sostenibles”, aseguró Pietro Gennari, Jefe de Estadística de la FAO.
“Estar mal encaminado cuando se trata de alcanzar los pilares básicos de los ODS pone sin duda en riesgo el cumplir la totalidad de la Agenda 2030, y hace más difícil nuestro objetivo general de garantizar un futuro sostenible desde el punto de vista económico, social y medioambiental para nuestro planeta y para las generaciones presentes y futuras”, aseguró la Subdirectora General de la FAO para el Clima y los Recursos Naturales, Maria Helena Semedo.
En su primer estudio de estas características, la FAO analiza, de manera visual, las principales tendencias mundiales y datos de hasta 234 países y territorios sobre 18 indicadores de cuatro SDG (2, 6, 14 y 15) que están bajo la custodia del organismo de las Naciones Unidas.
Algunos avances en la conservación del material fitogenético
La conservación del material fitogenético va algo mejor. A finales de 2018, las existencias mundiales de material fitogenético conservado en bancos de genes de 99 países y 17 centros regionales e internacionales sumaban un total de 5,3 millones de muestras, lo que representa un aumento de casi el 3 por ciento respecto al año anterior. Sin embargo, esto obedece sobre todo a la transferencia de los materiales existentes a mejores instalaciones de almacenamiento que cumplan con los indicadores, en lugar de reflejar nueva diversidad recolectada sobre el terreno.
Los esfuerzos para garantizar la diversidad de cultivos siguen siendo insuficientes, advierte el informe, en particular en lo que respecta a los parientes silvestres de los cultivos, las plantas silvestres comestibles y las especies de cultivos desatendidas y subutilizadas.
La mayor parte de la pérdida de bosques se produce en los trópicos
Entre 2000 y 2015, el mundo perdió una superficie forestal del tamaño de Madagascar, debido principalmente a la conversión de tierras forestales para uso agrícola. La mayor parte de esta pérdida se registra en las zonas tropicales de América Latina, África subsahariana y el Sudeste asiático.
Sin embargo, la tasa de pérdida de bosques se ha ralentizado a nivel mundial en el período 2010-2015 y esta merma se vio parcialmente compensada por el aumento de la superficie forestal en Asia, América del Norte y Europa.