Los sistemas de producción alimentaria y agrícola de todo el mundo se enfrentan a desafíos sin precedentes a causa de la creciente demanda de alimentos por una población en auge, los efectos adversos del cambio climático, la merma de la biodiversidad, el desperdicio de alimentos y los desajustes producidos por la pandemia y todo lo ocurrido en los últimos años.
Conscientes de ello, el Grupo Alimentario de Innovación y Sostenibilidad (GIS) ha celebrado la jornada ‘Cada eslabón en su lugar. Reajuste de la cadena de suministro’ cuyo objetivo ha sido analizar el abastecimiento de la cadena de suministro, así como el consumo y la distribución.
Ricardo Migueláñez, coordinador del GIS, ha sido el encargado de dar la bienvenida e iniciar la jornada en la que ha destacado como “el grupo trabajará para fortalecer el compromiso de todas las empresas con la innovación alimentaria y seguirá concienciando tanto a las instituciones como a la sociedad de que la innovación es la única alternativa para hacer frente al conjunto de retos presentes y futuros”.
El evento ha continuado con la intervención de Josep Puxeu, vicepresidente de la sección de Agricultura del Comité Económico y Social Europeo (CESE), encargado de llevar a cabo la ponencia “Tensiones y distensiones del sistema de producción”, quien ha señalado durante su intervención como “el sistema alimentario ha sido capaz de dar una respuesta rápida tras una pandemia, huelga del sector del transporte y guerra de Ucrania” y ha añadido que “España puede y debe crecer en volumen, calidad y competitividad en materia de producción para liderar la cadena alimentaria, apoyándose en las evoluciones tecnológicas de las empresas del sector, por ejemplo en materia de suelos y agua”.
Asimismo, Puxeu ha recordado que “la sequía y cambio climático han generado un desequilibrio en las materias primas agroalimentarias sin llegar a la escasez, como en el caso de los cereales” y ha añadido que “es necesario identificar y reservar operaciones para operadores de calidad para evitar movimientos especulativos de materias básicas, algo que recalienta el mercado alimentario y genera una gran inseguridad”.
Asimismo, el experto ha afirmado la necesidad de “facilitar los flujos de mercancías preservando y salvaguardando las normas para el mercado interior” y también “mayor transparencia e información al consumidor por parte de la industria alimentaria”.
Por último, el evento ha concluido con la celebración de la mesa redonda titulada “Reajuste de la cadena de suministros”, en la que han participado representantes del sector alimentario tales como Alejandro Gutiérrez, coordinador de Servicios de Cooperativas Agroalimentarias de España; Paloma Sánchez, directora de Competitividad y Sostenibilidad de FIAB; Felipe Medina, secretario general técnico de Asedas; y Javier Garat, secretario general de Cepesca.
Los ponentes han coincidido en la solidez y madurez de la cadena alimentaria y que el consumidor apenas ha notado problemas de desabastecimiento en los lineales.
Igualmente, los integrantes de la mesa han destacado la importancia de que los productos cumplan las normativas impuestas a los alimentos de la Unión Europea.
Todos coincidieron también en que es necesario que las administraciones reconozcan el carácter estratégico del sector y que ello se vea reflejado en una legislación más favorable para la actividad empresarial, tanto nacional como europea.
Del mismo modo, durante la mesa se ha destacado que desde la Comisión Europea se ha puesto un especial interés en materia de sostenibilidad, la cual pone en jaque a sectores como el de pesca, con consecuencias graves en la economía española.