El pasado 28 de noviembre tuvo lugar el Feeding The World 2023, en el Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid. El jefe de Gabinete del Comisario Europeo de Agricultura, Maciej Golubiewski arrancaba la tanda de ponencias con su intervención "Una visión sostenible de la producción de alimentos en Europa". Su reflexión inicial asumía que dar de comer al mundo, y hacerlo de forma sostenible no es fácil, pero sí crucial.
Golubiewski mencionó algunos de los retos y amenazas que enfrenta la seguridad alimentaria, como son el cambio climático, la escasez de recursos y la sequía, entre otros. Además, hacía mención a la Guerra de Ucrania, considerándola también una amenaza que debilita al sector agroalimentario europeo.
Según Golubiewski, un sistema alimentario resiliente podría mitigar los impactos causados por estas amenazas, por lo que es de vital importancia luchar para conseguirlo. El sistema agrícola español, por ejemplo, está soportando mucha presión, pero también es una fuerza muy poderosa para la seguridad global.
Para luchar por un sistema agroalimentario resiliente en el futuro, la Unión Europea se ha propuesto un diálogo estratégico compuesto por varios puntos muy ambiciosos, ya que, el sistema alimentario de Europa necesita una garantía que perdure durante los años venideros. Se refiere a él como las 4S: Seguridad, Estabilidad, Sostenibilidad y Solidaridad (Security, stability, sustainability and solidarity).
Seguridad, porque la preservación del futuro implica un sistema que asegure la disponibilidad y asequibilidad de productos para los ciudadanos.
Necesitamos un sistema alimentario estable, y con un relevo generacional flexible. La estabilidad es necesaria, también, para seguir operando con rentabilidad.
La sostenibilidad es crucial para evitar enfrentar problemas serios en el futuro, por lo que es prácticamente una imposición. La transición hacia un sistema alimentario sostenible debe ser la guía de las políticas, aunque suponga mucha presión. Y, por último, la solidaridad, es decir, que la comunidad global trabaje y coopere en esta misma línea, actuando decisivamente para reducir los impactos y asegurar el cuidado de los recursos vitales, como el agua, el aire, y el suelo. En el ámbito social, los granjeros, ganaderos, agricultores, y productores están en la línea de batalla. Necesitan políticas de apoyo que ofrezcan soluciones comunes para los problemas que enfrentan.
La Política Agrícola Común y los planes estratégicos comunes son herramientas para lograr prácticas beneficiosas. El 32% de la financiación pública de la UE se destina a agricultores que implementan tales prácticas de forma voluntaria, que contribuyen a beneficio del agua, suelo, aire, bienestar de los animales, biodiversidad, etc.
Para concluir, Maciej Golubiewski recalcaba que, el diálogo estratégico sobre el futuro de la agricultura (4S) es esencial pero, destacaba la necesidad de trabajar juntos para fortalecer la comprensión entre diferentes partes interesadas. Aunque la Comisión de la UE ha establecido planes ambiciosos dentro del marco de 4S, “las palabras y los slogans no bastan” decía, “se necesitan acciones concretas, la participación de gobiernos, organizaciones internacionales, científicos y agricultores son necesarias para lograr un sistema alimentario sostenible y fuerte en Europa y en todo el mundo.”