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Algo está cambiando en la UE

El discurso de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, sobre el estado de la Unión, se esperaba con gran expectación. Pues si el pasado año hizo referencia al sector agrario y agroalimentario comunitario, en esta ocasión no se esperaba menos en un año marcado por fuertes tensiones inflacionistas y el encarecimiento de alimentos, energía y suministros.

Y finalmente, la presidenta de la Comisión Europea no defraudó y en su exposición dedicó un apartado de su intervención de algo más de una hora a los agricultores, a quienes expresó su agradecimiento “por proveernos de alimentos día a día; por producir alimentos sanos para nosotros, los europeos, en una función de la agricultura que constituye la base de nuestra política agrícola. También es importante la independencia en el aprovisionamiento de alimentos y esto es posible gracias a nuestros agricultores”.

Sí, el sector agrario y agroalimentario estuvo presente en el debate, porque ha de estarlo siempre. ¿Y por qué? La respuesta es sencilla. Porque es el responsable del abastecimiento alimentario de los 27 y eso no se debe olvidar. Y añado algo más a esta reflexión. La Comisión Europea debería de apoyar con mayor intensidad a los productores para lograr avanzar, modernizarse y hacer las cosas cada vez mejor, en lugar de poner trabas a las producciones alimentarias de la UE, mientras entran en nuestro territorio alimentos de terceros países que no cumplen ni la mitad de los requisitos que los que están bajo el modelo europeo de producción.

Como en todos sus discursos anteriores sobre el Estado de la Unión, Von der Leyen habló largo y tendido de su política estrella, el Pacto Verde Europeo, y por ende las estrategias que traen a mal traer a los que trabajan por defender los intereses de los agricultores y ganaderos.

La presidenta de la Comisión Europea también habló de diálogo, lo cual ha supuesto una sorpresa. Y es que en los últimos 4 años no ha existido gracias a las presiones ejercidas por su vicepresidente, Frans Timermans. Solamente había una opinión válida, la de la Comisión Europa que, unido a la situación vivida por el sector agroalimentario de incremento de costes, ha llevado a muchas empresas al borde de la ruina.

Esperamos que la futura Comisión Europa, pero también la actual, que aún tiene algún dossier encima de la mesa, tome conciencia de la situación que viven los productores de alimentos. Confiamos en que les ayude a transformar sus empresas en modernas y competitivas, lo cual les permitirá invertir en innovación y esto redundará en la mejora de las condiciones de producción, que es lo que todos los ciudadanos esperan, y a precios competitivos, claro.

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