El Grupo de Innovación Sostenible para el Sector Alimentario (GIS), foro de trabajo que promueve la innovación práctica aplicada a la agroalimentación, pretende participar también en el debate que ahora comienza sobre la futura Política Agrícola Común (PAC) reclamando un mayor peso de la innovación en la futura legislación.
Para el GIS, la PAC es una política necesaria para el sector agroalimentario pero tiene que cumplir con los objetivos para los que fue creada, recogidos en el artículo 39 del Tratado Fundacional de la UE (TFUE): incrementar la productividad agrícola, fomentando el progreso técnico y asegurando el empleo óptimo de los factores de producción, en particular, de la mano de obra; garantizar un nivel de vida equitativo a la población agrícola; estabilizar los mercados; garantizar la seguridad de los abastecimientos; y asegurar al consumidor suministros a precios razonables. Se trata de objetivos que vienen ya de muy lejos, pero que están totalmente vigentes. Solamente habría que añadirles, para adaptarlos a la nueva realidad social, un sexto objetivo que hiciera referencia a que los cinco anteriores deben conseguirse de forma sostenible y aplicando la innovación.
Durante la conferencia de alto nivel organizada por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, el pasado mes de marzo, bajo el título ‘Construyendo la PAC del futuro’, pocas intervenciones mostraron la importancia de la innovación práctica como herramienta para dar cumplimiento a los objetivos que la sociedad espera de la PAC y también para cumplir el mandato del mencionado artículo del TFUE.
Ahora que se inicia el debate sobre la futura PAC, todos los interlocutores están prácticamente centrados e interesados en conocer de cuántos fondos se va a disponer para repartir entre nuestros agricultores y ganaderos, pero todavía no están pensando en cómo aplicarlos de manera que sean lo más efectivos posible.
La innovación aplicada al sector agroalimentario es básica para el desarrollo de una agricultura europea moderna y productiva, cuestión que debería ser piedra angular de las negociaciones porque, de no ser así, la PAC no sería muy distinta a las que se han desarrollado durante los últimos 30 años en España, las cuales no han sido capaces de modernizar suficientemente nuestro sector agroalimentario, y que la sociedad no ha entendido ni apoyado.
En la actual PAC, la innovación se encuentra enmarcada en el segundo pilar, dentro de la medida de ’Cooperación‘, que incluye la financiación de los proyectos de la Asociación Europea de Innovación ’Productividad y sostenibilidad agrícolas’ (AEI-AGRI), puestos en marcha por los Grupos Operativos (GO), dentro de los Programas de Desarrollo Rural (PDR) 2014-2020.
El GIS no se atreve a señalar cuáles tienen que ser las medidas concretas a adoptar por la Comisión Europea y el Parlamento Europeo en la futura PAC por ser un ejercicio demasiado complejo y pretencioso, pero sí defiende que todos los fondos que se distribuyan, ya sean del primer pilar o del segundo, tendrían que incorporar criterios de innovación práctica y sostenibles asociados a la actividad productiva.