Un reportaje de Ángel Marqués Ávila, periodista, para el periódico Qcom.es
El sector de la producción ecológica en general está viviendo un buen momento en España, con un aumentó el 3,5 % en 2020 frente al año anterior, hasta alcanzar las 2.437.891 hectáreas. Estos datos confirman una tendencia de crecimiento anual medio de la superficie eco del 4,8 % en el último lustro y sitúan ya la superficie agraria útil (SAU) dedicada al ecológico en el 10 %.
Con esta cifra España, ocupa el primer puesto en superficie ecológica en Europa, seguida de Francia e Italia, lo que confirma que continúa a un ritmo de crecimiento y de consolidación del sector, que nos sitúa como el primer productor de agricultura ecológica, por superficie, de la Unión Europea, y entre los tres mayores del mundo. –por detrás de Australia y Argentina-, y en la actualidad nos dicen desde MAPA, España está en disposición de poder cumplir en 2030 el objetivo, fijado en el Pacto Verde europeo, de destinar un 25 % de las tierras agrícolas a la producción ecológica, en línea también con la agenda de transformación ecológica que se ha marcado el Gobierno.
Y el sector oleícola ecológico no es ajeno a dicho crecimiento, pues según los últimos datos ofrecidos por el MAPA , el cultivo permanente más extendido en España, con más del 33%, y en continuo crecimiento, registrando un incremento del 6,4% en 2020, hasta situarse en 222.722 hectáreas, que generan una producción de 330.000 toneladas de aceite de oliva ecológico, siendo uno de los principales cultivos de este tipo de agricultura.
El olivar es, por tanto, uno de los sectores más maduros de la producción ecológica, ya que en 1991, había 396 operadores de aceite de oliva ecológico, que cultivaban en 82.000 hectáreas de olivar ecológico en España, cuyas aceitunas se molturaban en apenas 120 almazaras.
En la actualidad nos apunta Diego Granado, secretario general de Ecovalia, hay 1.092 industrias dedicadas a la elaboración de aceites y grasas vegetales de las cuales son almazaras y/o envasadoras de aceite 1002, siendo Andalucía con 509, la que ocupa en primer lugar, seguida de Castilla La Mancha con 189 y en tercer lugar Cataluña con 116.
PRECIO ESTABLE
La superficie de olivar ecológico respecto a 2020, continúa crecimiento así como el número de almazaras y envasadoras que elaboran este producto en ecológico. Y por los trabajos de caracterización en marcha también podemos ver un crecimiento del consumo y del comercio internacional, nos dicen desde MAPA.
Los consumidores son cada vez más conscientes del alto valor añadido de aceite de oliva virgen extra ecológico. El nuevo perfil del consumidor de productos ecológicos es el de consumidores conocedores de lo que compran; que identifican producto ecológico con salud y que aprecian que detrás del producto haya una historia, un paisaje, un territorio. Además, en el caso concreto del aceite de oliva, los precios se mantienen en el tiempo. En contraposición con el negocio del AOVE convencional, el de bio resulta más estable, como bien se está demostrado. El aceite de oliva virgen extra ecológico suele tener de media un diferencial de 60 céntimos por litro respecto a su homólogo convencional. Además, el aceite de oliva virgen extra ecológico es altamente demandado en el extranjero.
El sector ecológico no está exento de los avatares del sector y la crisis de los precios también ha afectado, pero con la diferencia ya expuesta de que el precio del aceite ecológico es más estable y mantiene el diferencial superior siempre. Por otra parte, nos señala Granado, que" las circunstancias de la pandemia han hecho que se eleve el consumo de productos ecológicos, hasta un 35% en España, porque los consumidores lo han asociado a salud. Los mercados externos se han mantenido también durante la pasada campaña 2020/21. En cuanto a producción, la floración y el cuajado del fruto han sido buenos en esta última.
Francisco Vañó, director general de Castillo de Canena, una almazara que elabora dos aceites biológicos, y que cuida su olivar con medidas medioambientales, nos expresa que, por el momento, el sector productor está viviendo unos meses “dulces”. Los precios en origen de todas las categorías experimentaron unos interesantes crecimientos a partir del mes de noviembre de 2020. Estos valores, con pequeñas oscilaciones, se han mantenido en términos generales estables. Para la campaña 2021/22, nos indica el secretario general de "Ecovalia", se espera una escasa pluviometría que puede incidir negativamente a lo largo del desarrollo del fruto y los efectos de Filomena se acusarán en zonas del centro y norte de España, donde también hay masas de olivar ecológico. En cuanto a los mercados, la tendencia es mantener el crecimiento en los niveles habituales del sector, con algo más de animación por la propia recuperación económica de la salida progresiva de la pandemia y de la apertura de nuevo de mercados tan atractivos como el norteamericano.
Podemos aventurar que las perspectivas para el sector en 2021-2022 son muy positivas, si tenemos en cuenta el continuo crecimiento del consumo interno que se viene apreciando en los últimos años, unido a la apuesta clara de los productores por la conversión y el mantenimiento del olivar ecológico. A ello se une el objetivo propuesto en las estrategias comunitarias “De la granja a la mesa” y de “Biodiversidad” de alcanzar un 25 % de la superficie agraria europea en producción ecológica para el 2030, donde el olivar ecológico tiene grandes posibilidades de crecimiento, nos indican desde el MAPA.
Aún es prematuro aventurar opiniones categóricas, nos dice Francisco Vaño, pero es cierto que hay datos objetivos que mueven al optimismo. Las salidas medias de aceites de oliva de las distintas categorías durante los últimos 8 meses han superado las 145.000 toneladas (Tm) mensuales lo que previsiblemente hará que en enlace de cosecha sea muy bajo, en torno a las 350.000 Tm y escasamente 500.000 Tm a nivel mundial. Las estimaciones de producción para la próxima Cosecha apuntan a cifras medias en todos los países productores importantes por lo que los niveles de precios actuales se mantendrán previsiblemente bastante estables.
RESPETO AL MEDIO AMBIENTE
Los consumidores son cada vez más conscientes del alto valor añadido de aceite de oliva virgen extra ecológico. El nuevo perfil del consumidor de productos ecológicos es el de consumidores conocedores de lo que compran; que identifican producto ecológico con salud y que aprecian que detrás del producto haya una historia, un paisaje, un territorio. Además, en el caso concreto del aceite de oliva, los precios se mantienen en el tiempo. En contraposición con el negocio del AOVE convencional, el de bio resulta más estable, como bien se está demostrado. El aceite de oliva virgen extra ecológico suele tener de media un diferencial de 60 céntimos por litro respecto a su homólogo convencional. Además, el aceite de oliva virgen extra ecológico es altamente demandado en el extranjero.
El hecho de que el aceite de oliva virgen extra se produzca en ecológico tiene muchos beneficios para la salud nuestra y para la del planeta, porque en este sistema de producción sólo se permite el uso de productos orgánicos (no sintéticos). El hecho de estar libre de pesticidas u otros productos químicos aporta un concepto saludable al AOVEE, además de estar ante un cultivo que fomenta la biodiversidad y luchar eficazmente contra el cambio climático.
Desde la primera hasta la última fase del proceso de producción del aceite eclógico, es extremadamente respetuosa con el medio ambiente, ya que la base radica en que está hecho con una aceituna ecológica cien por cien, en la que se ha respetado un reglamento y un sistema oficial de control y garantía, que asegura que no hay sustancias químicas de síntesis. Después, la elaboración ha de ser cuidadosa y profesional para que esa excelente materia prima exprese el zumo de aceituna en su más alta calidad.
Fuentes del MAPA, nos manifiestan sobre los beneficios del aceite de oliva ecológico que " a los ya importantes y conocidos beneficios del aceite de oliva, como elemento esencial en la dieta mediterránea, en el caso del AOV ecológico se suman la aportación a la sostenibilidad y las exigentes normas de producción, que elevan todavía más, si cabe, la valoración de esta grasa. Y nos apunta que la diferencia esta , entre otras cosas, porque el método de producción ecológico debe implementar unas prácticas de cultivo que tienen en cuenta el incremento de la sostenibilidad y de la biodiversidad allí donde se aplican, además de contar una lista muy restringida de insumos, tanto fertilizantes como fitosanitarios, entre otros que están autorizados, lo que da lugar a un aceite producido de forma muy respetuosa con el medio ambiente y que responde a las exigencias de un cada vez mayor número de consumidores. Y nos añaden que " que merece mucho la pena consumirlo, como demuestra el continuo crecimiento de su consumo, sobre todo en un país como España donde el ciudadano sabe de aceites, en relación a otros países de nuestro entorno.
DIFERENCIA
Francisco Vaño, de Castillo de Canena, nos explica donde radica la diferencia de un aceite de oliva ecológico de un aceite de oliva tradicional, "en principio, el primero se distingue exclusivamente por una analítica química en la que debería quedar patente la no existencia de residuos de pesticidas en su composición. Este hecho no tiene porqué guardar relación con las características sensoriales del aceite de oliva ecológico que pueden verse afectadas por elementos exógenos ajenos a las técnicas de cultivo del olivar, como son la gestión de plagas (sobre todo la mosca del olivo) el momento de la recogida de los frutos, gestión del agua de riego, método de elaboración, circunstancias del almacenamiento, etc."
Desde Ecovalia, nos dicen que " comprar aceite ecológico es bueno para nuestro paladar, para nuestra salud y para la del planeta donde vivimos nosotros y han de vivir nuestros hijos. El olivar ecológico es un sumidero de carbono, no solo no emite CO2 sino que absorbe el CO2 que otros emiten, datos avalados por el informe Producción Ecológica Mediterránea y Cambio Climático elaborado por la cátedra Ecovalia (UCO). Debemos recordar que un litro de aceite de oliva ecológico mitiga el CO2 que puede emitir nuestro coche en un mes en un trayecto diario a nuestro trabajo".
MAPA, Junta de Andalucía, Ecovalia y Aceites del Castillo de Canena, nos señalan que siempre debemos buscar que el producto tenga la certificación oficial de aceite de oliva ecológico, si no está certificado, no es ecológico. Cuando vayamos a comprar un producto ecológico hay que mirar detenidamente su etiqueta y buscar la Eurohoja, que es el logotipo con el que la Unión Europea distingue a los productos ecológicos. Además, deben aparecer los términos Ecológico, Orgánico o Biológico que significan lo mismo y otra información como el código del organismo de control o la procedencia del producto.
Además, de estos datos, es recomendable que aparezca también en la etiqueta el logotipo de la entidad de certificación.
ANDALUCÍA A LA CABEZA
Andalucía defiende que el productor ecológico sea considerado ‘per se’ agricultor genuino en la nueva PAC”, en palabras de la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, Carmen Crespo, quien además confía en que el Ministerio de Agricultura sea sensible a esta demanda y así lo recoja en el Plan Estratégico Nacional. En este sentido la titular del ramo nos dice que desde la Junta de Andalucía “se van a casi duplicar las ayudas en los dos próximos años para reforzar aún más el liderazgo nacional de nuestra comunidad” en un sector que genera un valor de producción en torno a los 700 millones de euros, capaz de crecer y consolidar los 45.000 puestos de trabajo.
Actualmente, la región cuenta con 1.098.812 hectáreas de superficie destinada a la agricultura y ganadería ecológica, el 23,58% de su superficie agraria útil. “Estamos muy cerca de cumplir con el objetivo de la Estrategia de la Granja a la Mesa de la UE de que al menos el 25% de las tierras de la UE se utilicen en agricultura ecológica de aquí a 2030”, ha señalado.
El actual Gobierno andaluz ha pagado desde 2019 ayudas a la producción ecológica por valor de 155,2 millones de euros.“Estamos muy cerca de cumplir con el objetivo de la Estrategia de la Granja a la Mesa de la UE de que al menos el 25% de las tierras de la UE se utilicen en agricultura ecológica de aquí a 2030”.
En 2020/21 la producción fue de 24.540 t de aceite ecológico y un aumento del 43,1 % respecto a 2019/20.
El aceite de oliva tiene un elevado reconocimiento por parte del consumidor español, que se incrementa en el caso del aceite de oliva virgen ecológico, debido al cada vez mayor grado de conocimiento que tiene el ciudadano de la producción ecológica y de los valores que aporta. Esto se ve en el porcentaje de la cesta de la compra del consumidor ecológico, que está en torno al 4,4 %, frente al 2,2 % en la cesta del consumidor convencional, según un estudio de caracterización publicado por el MAPA.